Para Gabrel
Título: Clara y la penumbra
Autor: José Carlos Somoza
Premio de Novela Fernando Lara 2001
Editorial Planeta, S.A 2004
Hace ya mucho tiempo, leí el libro Clara y la penumbra, de José Carlos Somoza. Copio el resumen de la contraportada para que os hagáis una idea de la historia:
“Una deslumbrante novela de intriga que sumerge al lector en un mundo fascinante y aterrador donde los seres humanos son obras de arte. En Viena, una poderosa fundación artística silencia la muerte de una modelo de catorce años que trabaja como “lienzo”. En Madrid, Clara, otra modelo, acepta intervenir en una obra enigmática y arriesgada, un reto entre la belleza y el miedo que nos enfrenta al valor del arte y de la vida humana y confirma a José Carlos Somoza como uno de los escritores más imaginativos de nuestro tiempo.”
Hasta aquí lo que nos dicen del libro para atraer nuestra atención, pero hay mucho más. En este libro, dejando aparte la intriga y el asesinato, hay arte.
El arte que cada ser humano lleva dentro de sí y que pocos son capaces de mostrar. Estos “lienzos” son personas que se entregan totalmente. Que se vacían de sí mismos en todos los sentidos, de su pensamiento, de sus emociones, de sus sensaciones, para llenarse del artista, de su idea, de su deseo. Deben confiar ciegamente en él y estar orgullosos de mostrar al mundo, no sólo lo que el artista desea, sino su propia entrega, que es única y requiere un alto grado de complicidad y conocimiento, casi una comunión entre ellos.
Sentir, ser, desear, reflejar lo que el artista quiere. Difícil tarea ser el objeto de otro para plasmar su arte, que es su placer.
Os lo recomiendo.
“Una deslumbrante novela de intriga que sumerge al lector en un mundo fascinante y aterrador donde los seres humanos son obras de arte. En Viena, una poderosa fundación artística silencia la muerte de una modelo de catorce años que trabaja como “lienzo”. En Madrid, Clara, otra modelo, acepta intervenir en una obra enigmática y arriesgada, un reto entre la belleza y el miedo que nos enfrenta al valor del arte y de la vida humana y confirma a José Carlos Somoza como uno de los escritores más imaginativos de nuestro tiempo.”
Hasta aquí lo que nos dicen del libro para atraer nuestra atención, pero hay mucho más. En este libro, dejando aparte la intriga y el asesinato, hay arte.
El arte que cada ser humano lleva dentro de sí y que pocos son capaces de mostrar. Estos “lienzos” son personas que se entregan totalmente. Que se vacían de sí mismos en todos los sentidos, de su pensamiento, de sus emociones, de sus sensaciones, para llenarse del artista, de su idea, de su deseo. Deben confiar ciegamente en él y estar orgullosos de mostrar al mundo, no sólo lo que el artista desea, sino su propia entrega, que es única y requiere un alto grado de complicidad y conocimiento, casi una comunión entre ellos.
Sentir, ser, desear, reflejar lo que el artista quiere. Difícil tarea ser el objeto de otro para plasmar su arte, que es su placer.
Os lo recomiendo.
3 comentarios:
Me siento complacido por tu comentario sobre el libro, especialmente honrado por tu dedicación, voluntaria, respuesta a mi deseo.
Destacas de la novela la entrega, la de Clara, una chica que entrecierra sus ojos al mundo que la rodea para centrarse en lo que un artista espera de ella, que sea el lienzo más perfecto para el cuadro más complejo.
En mi caso también, apenas fue premiado el libro lo leí, y antes de nada reconocer que he tenido que echar manos de la novela para comentarlo. Suelo estropear los libros, yo prefiero decir personalizarlos, usado el lápiz para marcar o escribir sobre ellos ideas, destacar o simplemente recordar en el futuro.
La entrega es, en algunos de sus pasajes, lo que destaco.
Lienzo (mujer objeto), Tensar, Quietud, Imprimación, Boceto, Exposición... términos que aparecen en la novela para conceptualizar un nuevo argot en un nuevo arte, el hiperdramático que, vistos desde la perspectiva de la entrega, se me antojan como pruebas a superar en la etapas de sumisión de Clara que pretende, superándolas, alcanzar su principal deseo, ser una obra maestra.
Clara asume de forma consentida e implícita cualquier sacrificio, con naturalidad, su esfuerzo bien le merece la pena, ella quiere ser la obra más compleja, la definitiva.
Es consciente que todo lo que acepte que le hagan la cambiará y transformará tanto psicológicamente como físicamente. Sus sentimientos no se verán alterados por esa transformación, ella es parte del mundo hiperdramático, en él encuentra el sentido de su vida, las pruebas son superadas, las considera motivantes para seguir adelante. EL hiperdramático es un arte, y su mundo, que la absorbe cual mujer secuestrada, y donde su síndorme de Estocolmo viene adherido por su enamoramiento con uno de sus verdugos.
Gracias y besos
Gracias Gabrel por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo, realmente es el afán de superación, el orgullo de ser la mejor y la única, lo que mueve a Clara. Destacas el nuevo formato de arte, el "hiperdramático" que no creo que se aleje demasiado de nuestra realidad, es muy posible que en breve veamos cosas así. Personas-objeto que adornen ciertos lugares, acordes con la decoración. Body painting, no?
Gracias por tus palabras. Un beso
Mucho de esto, creo que lo veremos pronto. La última exposición internacional de bodypainting congregó a más de quince mil personas. Algunos museos del mundo están valorando la posibilidad de introducir exposiciones de bodypainting, les seduce la interesante propuesta dinámica que reaizan sus artistas: el boceto, la creación en el modelo, la incorporación de elementos com luz, música, lo vanguardista de sus propuestas. Por contra, se cuestionan el rechazo ético-moral que puede suponer un sometimiento a una exposición prolongada de los modelos.
Sobre bodypaint, y comentario a la novela, también en mi Blog.
Besitos
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