Amor y duelo

Me enamoré de un hombre. Sí, hasta ahí todo normal, quién no se ha enamorado alguna vez, e incluso varias veces. No tiene nada de extraordinario, salvando lo maravilloso que es estar enamorada y el proceso que nos lleva a ello.

A veces, en ese proceso nos cegamos. Dejamos de ver la realidad, o nos la maquillamos. No deseamos ser conscientes de los fallos del otro, o al menos no de todos. Hay que ser coherentes con nosotros mismos e intentar que eso no ocurra. Y a pesar de todo, ¡ocurre!

Lo malo es cuando nos enamoramos creyendo ver todo lo que es el otro. Y vemos lo que nos deja ver. Si lo que nos muestra es un entramado de mentiras que le hacen parecer de una manera concreta, eso es lo que veremos. Y si además tiene ya larga experiencia en ello nos engañará con más habilidad. Ante eso, poco o nada podemos hacer.  Creer en el otro, quererle, amarle por lo que nos muestra, por lo que vemos en él, por lo que nos provoca, …, todo ello es lícito y necesario cuando nos enamoramos.

Pero, qué ocurre cuando un día descubrimos que no es lo que creíamos que era. Cuando sus supuestas realidades se desmoronan una a una, cuando aflora su verdadera esencia y es totalmente opuesta a lo que nos hizo creer… Ese día el dolor se instala en ti y se quedará tanto tiempo como sea necesario para poder superarlo. Y no es fácil.

El duelo transcurre como debe, al ritmo que cada cual establezca o necesite. Y mientras sucede hay etapas. En mi caso he sentido dolor, estupefacción, rabia, angustia, ira, alivio, y al final de todo, liberación.

Y todo ello porque no entiendo que un hombre mienta cuando dice que me ama. Ni que mantenga durante año y medio la mentira y no entiendo que al final desaparezca como un ladrón, sin despedirse. ¡No lo entiendo, de verdad!

Lo peor es que me enfado conmigo misma por haber sido tan crédula, por no haber querido ver las señales que estaban ahí, por no haberme fiado de mis intuiciones. Quería amar, necesitaba un amor maduro y pasional. Y creí que lo había encontrado. No hubo promesas de amor eterno, evidentemente; sin embargo, sí hubo un proyecto vital y profesional juntos. Me he sentido estafada del todo. Y no hay a quién reclamar, salvo a mí misma.

¿Y qué me ha dejado todo esto? Desconfianza, duda, temor, y pocas ganas de querer volver a empezar. Con el tiempo pasará, soy positiva en general y sé que querré volver a enamorarme, volver a vivir todo el proceso, y espero algún día conseguirlo de manera recíproca.

Amor

Agradecida de que no me lean muchas personas, entre ellas  él, dejo esta canción con mi sentir.

Algún día plasmaré mis sentimientos con mis palabras,de momento no las encuentro y aprovecho las de otros, y qué mejor acompañamiento que la mágica música de Queen....

Lastres

Una de las mejores cosas que me han pasado en este tiempo es que he eliminado muchos lastres, tanto emocionales como físicos. Vivir con ellos es lo peor que nos puede ocurrir. Nos impiden avanzar a la velocidad deseada, impiden el crecimiento personal, nos acotan la vida, queramos o no. 

Hubo un tiempo en que, ingenua de mí, pensaba que me había deshecho de ellos, de todos los importantes, pero no, era mentira. Me creé una ilusión motivada por la falsa creencia de que no debía huír, cuando en realidad lo que iba a hacer era aligerar mi equipaje en todos los sentidos. Y sólo me di cuenta cuando ya no los tenía.

Uno de los más importantes fue deshacerme de la casa en la que viví los últimos 15 años de mi vida, una casa en la que hubo más disgustos y dolor que alegrías y emociones positivas. Una casa que, sin saberlo, me fue comiendo por dentro, agotando mi corazón y no permitiéndome ser feliz. Pero al final lo he logrado. 

La vendí hace poco menos de un año, y cuando por fin entré en la que va a ser sólo mi casa, ese día me sentí ligera, feliz, contenta, plena...

Fue un proceso largo que llevé a cabo sola, y que me ayudó muchísimo a la hora de sentirme más madura y consciente de mi fuerza. Que sí, que parece mentira que estas cosas me ocurran a mi edad, pero es mejor tarde que nunca, y lo recomiendo a todos, vivid sin demoras, sin lastres, sin los "ya lo haré" que nunca se hacen, os aseguro que la vida es mucho mejor así!

Ahora vivo en un piso que es menos de la mitad de la casa, con todo a mi gusto, me estoy rodeando de todo lo que deseo ver en cada momento, de lo que no me canso de mirar, de colores, de emociones positivas y alegrías. Con mis hijos, con mis amigos y conmigo misma, porque hoy me quiero más que antes.

Y aunque también está habiendo tristezas, que ya contaré más adelante, me he propuesto borrarlas, que la suma sea siempre positiva, no negativa, que la vida realmente es muy corta ya para andar con tonterías.

De vuelta

Sí, de vuelta para volcar experiencias que han ocurrido en este tiempo que he estado alejada. Han pasado muchas cosas, la mayoría de ellas buenas. Aunque hoy, en concreto, me encuentro en un momento muy complicado. pero lo iré contando poco a poco.

Creo que este blog me sirve para hacer terapia, para vomitar mis emociones y sentimientos. Para darme cuenta de que no todo es tan malo ni tan bueno en la vida. Despacio, paso a paso, letra a letra, intentaré de nuevo aclararme. Convencerme de que aún hay razones para seguir adelante y no desfallecer.

Vivir merece la pena, por supuesto, pero hay formas de hacerlo. Ahora estoy en un punto nuevo en el que tengo que volver a encontrarme en soledad. Y no es fácil, no.

Bueno, abierto el frente de las letras, volveré para dejar mi sentir una vez más.

Mala praxis en la red

Cada vez que intento entrar en mi blog, me derivan a una página de estadísticas gratis, que me pone nerviosa, ésta es la dirección ....  

No entiendo lo que está pasando, ni cómo arreglarlo. No entiendo que haya gente a la que le importe poco fastidiar a los demás. No entiendo la falta de respeto, ni la mala fe, ni el afán de lucro desmedido.

Si alguno de vosotros sabéis cómo puedo desbloquear este tema, os agradecería que me escribiérais un correo. Si es que podéis ver el blog, que me da que tampoco. En fin, seguiré buscando maneras de eliminar eso.

Playa Famara

Hoy no voy a hablaros de libros, no, aunque parezca mentira. Voy a mostraros un regalo que me ha hecho una persona que para mí es muy especial. Un hombre al que admiro y quiero. Una persona que consigue hacerme reír y que sabe muy bien qué teclas tocar para hacerme sentir. Y una de esas teclas es su pintura. Su nombre es Sergio Jiménez Castellano y podéis ver gran parte de su obra en su Facebook. Me gusta la delicadeza de los colores, la suavidad del trazo, la luz, los reflejos, ... realmente no hay nada que no me guste y además, aprendo.

Y comparto con vosotros mi regalo.

Playa Famara - Lanzarote

Raíces al viento

A veces, cuando admiras mucho el trabajo de alguien crees que si te diriges a él, le molestarás con tus tonterías, o que tiene tantos admiradores que pasarás desapercibido, y sin embargo, te gustaría tanto poder conocerle, hablar con él, mirarle y disfrutar de su conversación…

Pues eso me ha pasado a mí. Desde hace unos años sigo un blog magnífico. Siempre estoy pendiente de las publicaciones, lo leo casi con avidez, y siempre, indefectiblemente, me emociona. Nunca es la misma emoción, siempre son distintas. Risa, sorpresa, enfado, alegría, seriedad, pena, compasión, bondad, rabia…y llanto. Sus palabras a veces me hacen llorar, me veo reflejada en ellas y me obligan a hacer introspección. Ese blog del que os hablo se llama Sin latidos.

Un día, no hace demasiado, leí que había publicado su primera novela. Me sorprendió a medias, quizá considero que es el paso lógico de quien escribe relatos cortos, o no… Pero lo hizo, y empecé a darle vueltas. Yo quería leerla, pero la timidez, el no saber cómo pedirlo, no dónde, que ya lo dice muy claro en su blog, sino cómo, me retrasaban el placer de leerlo. Absurdo, verdad? Hasta que me decidí. Le escribí un correo solicitándole un ejemplar. Y muy amablemente, me contestó y de esa manera empezamos a hablar un poquito.

No os aburro más, el caso es que quedé con él para que me lo diera en mano y dedicado. Como él sabe, me voy a hacer presidenta de su club de fans…

El libro se llama Raíces al viento, y él, Nicolás Carrera Peña.

“Hay veces que la vida te cambia en un soplo, el mismo soplo que derrumba un castillo de naipes.

Y ya nada será igual.

Pero a veces se ha de morir para volver a vivir y, de una extraña manera, Alberto Tejada volvió a vivir”

Es un libro lleno de emociones. Cotidianas, extraordinarias, razonables y mágicas. No puedes sustraerte a ellas, te empapan y te atrapan. Y aprendes, sobre ti mismo, sobre los demás, sobre determinadas circunstancias de la vida. Como bien dice:

 “La vida no es complicada, simplemente nos la complicamos, queremos ser libres, decimos que somos libres,.., y sin embargo, lo único que hacemos en la vida es buscarnos cadenas…”

Es un canto a la esperanza y a la vida, a la paz del ser humano. Así lo he vivido yo al leerlo.

Si os apetece leerlo, sólo tenéis que pedirlo  aquí, y sobre todo, disfrutadlo!!!

La sanadora

Os traigo un nuevo libro: La sanadora.

 

La sanadora trata sobre una mujer del siglo XIII que desea ser médico en una sociedad en la que ser mujer es no ser nada, sin derechos; por no tener, no tenían ni alma. Nos traslada a la época en que la mujer no podía ser visitada por el médico varón, y en la que morían sin remedio. Una historia que nos descubre la evolución de la medicina cuando aún estaba casi todo por aprender. También habla sobre los cátaros, su aniquilación por la Inquisición y sobre los templarios.

Con todo ello, Toñi Gago, elabora una historia narrada en primera persona, bien estructurada y documentada que se deja leer con soltura, que atrapa y que, cuando se termina de leer,  deja con ganas de más.

Es la primera novela de esta polifacética mujer, y espero que sea la primera de muchas otras. Sé que ya tiene otra lista para publicar dentro de no mucho tiempo.

Os la recomiendo, deseando que disfrutéis, tanto como yo, de su lectura.

Feliz Navidad

No pensaba escribir, no tengo mi ánimo para ello. No estoy mal, al contrario, tengo proyectos e ilusiones que poquito a poco van cristalizando. Pero no tengo ánimo de Navidad.

Sin embargo que no lo tenga yo, no quiere decir que no os desee, a todos vosotros, unos días tranquilos, con las personas que queréis, y sobre todo en paz con vosotros mismos.

¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!

Haruki Murakami

Hoy no voy a recomendaros un libro, sino a un autor japonés, Haruki Murakami. Imagino que muchos de vosotros ya le conocéis, pero para los que aún no le conocen es un descubrimiento fantástico. Cada libro es diferente, y en todos destaca su estilo propio e inimitable. Fresco, dinámico y a la vez entrañable, descriptivo en sentimientos y emociones, plasmando de manera impecable cada personaje y su interior. Situaciones cotidianas o extraordinarias, todo nos lo muestra.

He leído tres libros de él, y voy por el cuarto, sabiendo que no será el último. El primero que leí fue TOKIO BLUES Nowegian Wood, que es el relato de una educación sentimental y de las pérdidas y cambios dolorosos que suceden en el proceso de maduración.

Tiempo después, y por casualidad, di con After Dark relata una noche entera, donde sus protagonistas tejen un entramado de misterio, amor, dolor, tristeza, intriga y desamparo, tal y como es la vida. 

Cuando terminé el anterior, me quedé con ganas de más y así fue como encontré Al sur de la frontera, al oeste del sol. Es curioso cómo siendo el tercer libro del mismo autor, y empezando a leerlo justo al terminar el anterior, me sedujo la historia con una trama absolutamente diferente. A través de algunas situaciones no resueltas nos lleva a conocer toda una magnitud de emociones puras, sentimientos profundos, arraigados en el alma, y nos invita a hacer el camino con los protagonistas para conocer las respuestas.

Y ahora estoy con 1Q84, Libros 1 y 2 , del que aún poco puedo decir, sólo unas cuantas páginas en las que ya me ha presentado a los protagonistas, o al menos a parte de ellos y con los que he empezado un viaje, de momento, sorprendente. Sé que hay otro libro 1Q84, libro 3, que por supuesto leeré. Creo que sería mejor que no dijera nada más y os invito a que lo descubráis vosotros, esperando que os guste tanto como a mí y disfrutéis con su lectura.