lunes, 29 de enero de 2007

Abrazos

A mi me gustan tanto como los besos, no tengo gran cosa que añadir.



El poder de los abrazos

29 de enero de 2007.- Está comprobado que las muestras de afecto fomentan el crecimiento y el desarrollo positivo de la persona. Es por ello que se incita a los padres a demostrar abiertamente su cariño hacia sus hijos y a establecer contacto físico con ellos desde los primeros días de su vida. El afecto suele expresarse por medio de caricias, besos, abrazos...

Siempre nos ha llamado la intención las películas inglesas o americanas donde los personajes apenas se tocan. Escenas en las que aparece personas −incluso familiares íntimos− que hace mucho tiempo que no se ven y se saludan con un gesto, con una inclinación de cabeza... Con este precedente no es extraña la campaña de 'free hugs' −abrazos gratis− iniciada por el australiano Juan Mann. Por medio de ésta, intentaba subrayar la importancia del afecto y del contacto físico. Mann salía todos los jueves a repartir abrazos por la calle. Este gesto fue imitado por otras personas en distintos lugares del mundo. Afortunadamente los latinos tenemos más oportunidades de abrazos que la espontaneidad de un transeúnte.

Está claro que no todos los abrazos son iguales. En el terreno sexual, los abrazos representan un elemento de deseo y confianza. Son avances hacia las relaciones más íntimas. De hecho, en el Kama Sutra existe una clasificación de cuatro tipos de abrazos para los preliminares al coito. Se tipifican según el roce corporal producido al realizarlos.

El primero de éstos se denomina 'abrazo de contacto'. En éste el hombre se acerca a la mujer con cualquier pretexto y toca su cuerpo con el de ella. El segundo tipo es el 'abrazo penetrante'. Una mujer se inclina y ofrece sus senos a un hombre que está sentado o de pie. El hombre estrecha a la mujer y se sume en sus senos. Si la pareja está paseando, aprovechan para frotarse uno contra otro, realizando el tercer tipo, 'abrazo de frotamiento'. El último en la clasificación se produce cuando la mujer se apoya −en la pared o en cualquier sitio− y el hombre oprime su cuerpo con el suyo y éste es el 'abrazo de opresión'.

Clasificaciones aparte, los abrazos pueden transmitir muchísimo erotismo y permiten que la pareja cree un contacto sumamente íntimo. A través del abrazo conseguimos fundirnos en el cuerpo de la otra persona, sentir su temperatura corporal, su respiración y la ansiada cercanía. Además, ayudan a relajar tensiones y miedos, son una forma de entrega −en la que además se recibe−. Los abrazos simbolizan la unión, el apoyo y la compenetración de la pareja.

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