lunes, 16 de abril de 2007

Mi tren


Hace poco tiempo salí del túnel en el que estaba, y llegué a la estación a duras penas, mi tren estaba destrozado, y no daría ni un paso más, expiró. Después de un tiempo me di cuenta de que había otro flamante y nuevo en esa estación, y me subí a él, dispuesta a realizar otro viaje en mi vida, con un bagaje importante de experiencias y con mucho por adquirir aún. Un par de estaciones más allá subió un viajero que se sentó a mi lado. Hablamos, congeniamos e hicimos juntos un trayecto. Disfruté de su compañía como hacía tiempo, incluso me ilusioné con lo que me decía. En un momento dado me volví a encontrar sola, no se si ha ido a preguntar algo y volverá a contármelo o es que se ha bajado. Esta incertidumbre me acompañará un tiempo.

Se que no voy a bajarme del tren, voy a seguir viajando y cada vez con los ojos más abiertos al paisaje, descenderé en las estaciones apropiadas para ello y seguiré en él. Igual este viajero vuelve y me lo cuenta, igual no... Igual alguien sube un rato y me hace compañía, igual no... Igual, en un momento dado, hay otro viajero que haga el mismo recorrido que yo y coincidamos, igual no.

Mi tren hace paradas, y permite la subida de pasajeros. Les recibo con la sonrisa y el alma abiertas, con cortesía y respeto, ingenuidad y humor, ganas de aprender y si es posible, compartir algo de lo poco que sé.

Espero disfrutar del viaje!

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