
Y otro año más, florecen los almendros anunciando la inminencia de la primavera. Ya sabéis que me encanta este momento. Siempre he dicho que, para mí, es como un augurio de actividad, de energía, de renovación. Y sigue siendo así, aunque este año no lo viva con la plenitud de otros. Muchos factores influyen en ello, lo único bueno es que todos ellos son temporales y, tarde o temprano, cambiarán para dejarme ser de nuevo y poder disfrutar maravillas como éstas.

Quizá me estoy quejando de vicio?
1 comentario:
Buen tiempo para la serenidad del espíritu cuando florecen los almendros.
Besotes
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