Hoy me pesa la soledad como hace mucho que no lo hacía. Se me ha presentado de golpe, y no he sabido capearla. No la soledad de dentro, no, ésa no la tengo. Como dice mi amigo Augusto, que se pondrá triste porque no llego donde él quiere que llegue, la soledad de dentro es la peor. Y yo sé que no estoy sola, tengo amigos, amigas, tengo a muchas personas a mi lado. Pero es la otra, la del corazón, ésa es la que me pesa, la que no me deja.
He hecho un poco de balance de estos últimos tiempos, y siempre me he quejado de lo mismo, de que estoy sola. Ahora he dado un paso adelante, sé que no estoy sola, pero me falta algo.
En estos tiempos he vivido muchas cosas, buenas, malas y regulares, pero por encima de todo destaco que he encontrado muy pocas ganas de compromiso en las personas. Me he encontrado mucha inmadurez, pocas ideas claras, muchas mentiras, y personas que hacen daño, muchas veces sin querer, otras sospecho que queriendo. Hay mucho miedo, miedo a sufrir, todo es superficial, todo es sexo, cuanto más mejor, y una inmensa soledad.
Aunque parezca mentira, y escribir esto me duele, hace mucho tiempo que no me besan, que no me dan un abrazo, ya no pido que me amen, eso es demasiado, y además, eso surge o no, pero un beso bien dado, con cariño, creo que no es tan difícil, verdad? Pues no me lo han dado, y lo echo de menos, es lo que me falta.
Estoy cansada…