viernes, 22 de febrero de 2013

Dolor

El dolor, la incertidumbre, el miedo, la rabia, la inseguridad, la duda,... todos ellos se han instalado en mi vida de nuevo. Ha bastado una llamada de teléfono para que mi mente, mi alma, mi vida, sean de nuevo una pesadilla. Sé que no tendrá fin, que la única manera de que esto termine sería de la manera más triste y dolorosa posible, y no lo deseo así. Por tanto, deberé acostumbrarme otra vez a convivir con ello. Al menos un tiempo más.

Es muy duro cuando las decisiones a tomar no son las que querrías, es una cuestión de supervivencia. O él o los demás. Llega un momento en que hay que cubrirse de frialdad para poder decidir, y sobre todo para que nadie sufra más de lo necesario.Practicar esa frialdad, el rechazo, el egoísmo aparente, la indiferencia,... no es tarea fácil.

No le deseo ni a mi peor enemigo que pase por lo que estoy pasando ahora.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué es lo que te causa tanto dolor y zozobra???.

Logos dijo...

Un abrazo desde jaque.

Woodman dijo...

Abrazo

Salomé dijo...

Querido anónimo, ya lo contaré cuando sea el momento.

Logos, gracias por tu abrazo. Un beso para ti.

Woodman, gracias por estar siempre. Besos