martes, 10 de mayo de 2011

Trabajo

Qué difícil es tener un poco de paz en la vida, o para ser clara, que la vida me de un respiro. Llevo una temporada agotadora, triste, perdiendo poco a poco la esperanza de mejorar. Empiezo a contaros lo menos grave, lo que puedo afrontar sin que me hunda del todo. Uno de los temas en los que más estoy esforzándome es en conseguir un trabajo. Cierto que son malos tiempos para ello, y mucho más para una mujer con mi edad. Si los jóvenes no encuentran, yo menos. Pero lo intento, y para ello voy sembrando semillitas, aquí y allá. Os he ido contando alguna cosa, como por ejemplo lo de la oposición a la que fui a examinarme a Barcelona. Bueno pues el resultado es que me quedé a las puertas, casi me dejan pasar, pero en algún lado había que poner el límite y fue, por no mucho, por encima de mi nota. Una puerta cerrada, de momento, hasta que haya otra oportunidad, que seguiré aprovechando mientras me dejen.

A cuento del trabajo, hace dos días, alguien me comentó el motivo de que no me admitieran en uno de los puestos de trabajo a los que me presenté. Me ha hecho pensar mucho. Por lo visto, la imagen que di no les gustó, pensaron que sería una persona conflictiva. Reconozco que la imagen que proyecto a los demás no corresponde con lo que soy realmente. Parezco muy segura de mí misma, con las ideas muy claras, incluso a veces puedo parecer altiva. Y nada más lejos de la realidad, lo que esconde todo eso es miedo. Miedo a no valer, a no saber responder, a no conocer. Y me obceco, y en ese momento no soy capaz de pensar con claridad cuál es el objetivo y que debo amoldarme a lo que veo, no a lo que yo creo, sabiendo que yo estoy equivocada. Es como si de entrada les dijera que no me importa que no me den el trabajo, cuando en realidad estoy deseando que lo hagan, y sabiendo que si lo lograra sería una trabajadora responsable y entregada. Pero…. no lo hago bien, me cierro yo sola las puertas. Y saber esto duele. Pero aprenderé, ya lo creo que aprenderé. Y por ello agradezco que me lo contaran, porque haré todo lo posible por remediarlo.

Ahora tengo dos proyectos en marcha, uno dar clases particulares, y el otro, el más interesante, ayudar a los ancianos en casa, tanto para las cosas del día a día, como en la estimulación cognitiva. Es lo que más me gustaría que saliera bien. Ya he ido a hablar con algún médico y me han comentado cómo hacerlo, y en ello estoy. Tengo material preparado y mucha ilusión. Sobre esto os iré contando.





1 comentario:

Woodman dijo...

Ánimo la vida es búsqueda y la búsqueda vida es... Un besazo