Os muestro el último cuadro que he pintado. Confieso que no termina de gustarme del todo cómo ha quedado. Sin embargo, a la destinataria del cuadro, mi hija, le ha encantado, sobre todo el detalle que lo hace suyo en exclusiva y que descubrió nada más ver el cuadro.
Se nota que el dibujo no es mi fuerte y que me tuerzo muy derecho, que tengo miedo de estropearlo y de lanzarme. Dibujar con el pincel aún no lo domino y sospecho que aún tardaré bastante en hacerlo (si es que lo logro). No me gusta el contraste del oscuro de los veleros con el resto del cuadro. A pesar de todo, sí me gusta el mar, el efecto de movimiento y el brillo que tiene.
En fin, es lo último de este año y lo último con el profesor.
7 comentarios:
Ese cuadro representa la tranquilidad, un mar en calma es como debería ser nuestra vida, por desgracia siempre hay nubes que amenazan tormenta... Eso sí, tras la tormenta siempre sale el sol.
Da serenida mirar esa tonalidad suave de mar y cielo.
Besotes
Mi querido Woodman, tienes toda la razón, siempre sale el sol después, y eso es lo que cuenta. Me encanta leerte siempre, bien en tu blog o aquí.
Besosss
Me alegra que te guste, espero que los siguientes también sean de tu agrado :)
Besotes
Me gustan esos dominantes azules, los reflejos y el volumen de las nubes.
Sin duda es una preciosidad.
Me ilusiona leerte aquí, y en cualquier sitio, y ver tus fotos y leer tus textos...
Miles de besos
¿Cúal es el detalle que hace suyo el cuadro para tu hija?
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