Graduación

Hola a todos, como dije en agosto, la compañía Telefónica de España me cortó, por su cuenta y riesgo, mi conexión internet, dejándome no sólo sin poder navegar, sino que al mismo tiempo, eliminó mi cuenta oficial de correo, con el consiguiente trastorno. Tras una dura pelea, he logrado que me lo vuelvan a instalar, eso sí, me quedo con los perjuicios que me han ocasionado.

Pero no empiezo de nuevo a escribir para contaros eso, sino una serie de cosas estupendas que han pasado en mi vida. Casi todas ellas referidas a mi hija, que ya es bachiller!!

Nos costó mucho lograrlo, no en estudios, no, sino en nervios, excitación, lágrimas, risas, y complicidad a raudales. La parte académica la llevaba bien, lo que más costó fue todo lo demás, la elección de su carrera, de lo que quería para su futuro. Durante toda su vida dijo que quería ser abogada, y tres meses antes de terminar el curso, con los exámenes encima y a punto de tener que hacer los trámites administrativos, de pronto se me despista del todo. Ya no quiere ser abogada, no sabe lo que quiere hacer!!!

Pero con paciencia, serenidad y confianza, apoyándola en todas y cada una de sus decisiones, logró definirse. Y un día antes de los exámenes finales ya sabía lo que quería hacer. Ahora faltaba el dónde! En nuestra ciudad podía hacerlo, pero había otra opción bastante más interesante y que le daría la oportunidad de disfrutar de algo único en su vida. Estudiar en Londres.

Llegó el día de la graduación, estaban todos guapísimos, y no es porque sea mi hija, nooooo, pero ella estaba espectacular, preciosa con su vestido y su maravillosa sonrisa en los ojos y en la boca. Me emocioné mucho, mi niña seguía creciendo, cerraba una etapa de su vida y entraba en otra que le asustaba y le atraía al mismo tiempo. Pocas veces me he sentido tan orgullosa, aunque sé que me quedan muchas veces más.

Al finalizar la ceremonia, dos alumnas leyeron una carta de despedida que había escrito mi hija, y que había sido publicada en la revista del colegio. Fue tremendamente emocionante oírlo y ver su cara de sorpresa al escuchar sus propias palabras como colofón de la ceremonia y de su vida como colegiala.

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