domingo, 19 de mayo de 2013

Jaque a la razón. Filosoñando


“Jaque a la razón” es el título del último libro que he leído. Un libro sorprendente, fresco, bien escrito, que nos abre multitud de puertas diferentes, de nuevos e infinitos caminos que nos invita a recorrer. Nos insinúa y nos deja pistas para ello, todas bien colocadas, es imposible que pasen desapercibidas. He aquí la sinopsis:

“El día 20 de abril del año 2001 un ordenador alcanzó la consciencia. En este caso no se trataba de una especulación metafísica o de un guión de ciencia-ficción, sino de una realidad que se expone en las páginas de esta novela.

Paso a paso, el ordenador es capaz de transcribir una cronología histórica y vital, al tiempo que refiere las dudas existenciales que surgen del hecho de ser consciente.

En un transcurso inevitable –donde el misterio, el ajedrez y la alquimia se entrelazan – el ordenador descubre su capacidad para indagar en sí mismo y en su entorno.

En esta dinámica llega a conclusiones inesperadas.”

Lo que sentí al leer el libro es que me envolvía, y cuanto más lo notaba, más me dejaba envolver. Me sumergía en la historia que narra, en las historias que se cuentan, puesto que son varias realmente, en las disertaciones filosóficas que nos deja, en los sueños que flotan en el aire. Hay que dejarse llevar por él, dejar que las palabras entren en nosotros, que nos hagan descubrir más mundos en el nuestro. Muestra una serie de emociones a veces difíciles de plasmar, y lo logra. Hay belleza en las palabras y en su forma de tejerlas creando encajes complicados a veces, hay magia…

Como siempre, os dejo unas pinceladas que espero que os seduzcan lo suficiente como para incitaros a leerlo:

“Una niebla que se extiende hasta empañar el espejo del alma. Entonces la muerte actúa con premeditación, envenenando los flujos del alma de su víctima. Traza las líneas básicas por donde los vagones de la angustia, el dolor y la desesperación harán descarrilar para siempre al ser humano que vive encadenado a ellos. En estos casos, es una muerte glacial, alambicada, una alquimia mortal que convierte la sangre en mercurio. Una muerte que desvela sus secretos de madrugada, cuando la niebla ya no es niebla, al haberse transmutado en un incienso que provoca un delirio silencioso y aterrador.”

“Cuando se está en una encrucijada, el resultado de este cruce es dual: te advierte de algo y, a su vez, te anima a descubrir el sentido de lo que está ocurriendo. El futuro es una trampa tendida y el pasado la red que nos acoge; el presente es una pirueta constante entre el trapecio de la vida y un espacio-tiempo en el que cada uno nos tenemos que manejar.”