domingo, 31 de marzo de 2013

En el día de hoy...


A veces me pregunto,… para qué escribo? para quién? Alguien lo lee? Todo lo que escribo me lo sé, es sólo mío, nace de mí, son mis emociones, pensamientos, sentimientos, miedos, miserias, alegrías…. Sí, escribir me ayuda a ordenar mi mente y mi alma. Pero no deja de ser un círculo con el riesgo de volverse vicioso, y del que no sepa salir.

Realmente merece la pena seguir haciéndolo? No sé si tengo la respuesta correcta, lo que sí tengo son tantas dudas, tantos miedos, tantas preguntas por formular y tantas respuestas por encontrar…. Y las voy tanteando, porque no las atrapo, se escapan entre los dedos que se quedan atenazados esperando tener qué decir.

Y no queda tanto tiempo, ya no, cada día es uno menos; sí, uno más vivido, pero, para qué?

Disertaciones de un domingo sensible, gris y solitario.

jueves, 28 de marzo de 2013

La sonrisa etrusca




Uno de mis escritores favoritos (tengo muchos) es José Luis Sampedro, he leído varios libros de él, todos distintos en cuanto a temática y  época, pero en todos un denominador común, el amor, la ternura, la entrega,…  Hoy he terminado “La sonrisa etrusca”, me lo regaló hace tiempo una buena amiga y he tardado mucho en leerlo, a trozos, disfrutando de él:

“Un viejo campesino calabrés llega a casa de sus hijos en Milán para someterse a una revisión médica. Allí descubre su último afecto, una criatura en la que volcar toda su ternura: su nieto, que se llama Bruno, como a él le llaman sus camaradas partisanos. Y  vive también su última pasión: el amor de una mujer que iluminará la etapa final de su vida concediéndole toda su plenitud.”

Ésta es la historia que narra, y nos seduce cuando nos hace partícipes de la evolución ante el descubrimiento del otro, de los otros, ante la emoción de la entrega y del amor, siendo conscientes de cada paso. Y ahora os dejo dos pequeñas gotas de lo que encontraréis en el libro, y que espero os anime a leerlo:

“No es un matorral ardiendo; sino un manantial para siempre. No hay sed que no apague”

“Y los silencios lo cantan todo, son la vida entera de cada uno resucitando, reconstruyéndose y requiriendo a la  otra para completarse; son las existencias de ambos abrazándose en un trenzado de anhelos y esperanzas. Por eso tras de cada silencio fluyen las revelaciones…”


martes, 26 de marzo de 2013

A media voz...

Hace muy poco escribí una entrada lamentándome de que la página de poesía A MEDIA VOZ fallara. Días después, muy amablemente, un anónimo me dijo que estaba solventado el error, y tras agradecérselo, corregí el enlace en la misma entrada.

Hoy, al entrar en ella, como casi cada día, me encuentro con la triste noticia de que su autora, la persona que hizo posible que nos llegara la poesía a todos, ha fallecido. Desde aquí mi recuerdo y mi agradecimiento a esta magnífica mujer que tuvo tiempo para todo y para todos. 


SEMBLANZA DE GRACIELA HENAO LONDOÑO

Nació  en Manizales, Departamento Caldas Colombia, en abril de 1939 y murió en enero de 2013. Realizó estudios de fisioterapia en la Escuela Colombiana de Fisioterapia de Bogotá. Fue jefe por varios años del Departamento de Fisioterapia del Hospital Infantil de Manizales y posteriormente abrió su consultorio, el primero que hubo en Manizales, trabajando ininterrumpidamente hasta noviembre de 2012. Vivió permanentemente actualizada en su profesión. Por sus conocimientos le solicitaron actuar como perito judicial en su área, en los juzgados del Departamento de Caldas.

En 1998 le diagnosticaron un carcinoma en su ojo derecho, diagnóstico que enfrentó con valentía; y como terapia se dedicó a la elaboración de esta página - con el seudónimo de “Grace”- convirtiéndose así en experta en este tema que le apasionó desde pequeña; y continuando al mismo tiempo con su trabajo profesional.  Fue una vida dedicada a servir y al disfrute de la poesía.

jueves, 14 de marzo de 2013

Hacia delante


Retomamos la vida sin dejar de luchar por conseguir vivirla en paz.

Quería escribir algo porque cada vez que veo la entrada de Dolor, me quedo bloqueada, no es la primera vez que me sucede, porque no puedo cambiar nada. Las cosas son como son, y aunque muchas veces podemos influir en ellas, no siempre es posible. La situación que me causa dolor es una de ellas, poco o nada puedo hacer, excepto asumirla  con serenidad, y es lo que estoy intentando ahora mismo.
                    
Por otro lado, sigo peleando para encontrar un trabajo, lo que, hoy en día en España, es misión imposible para los mayores de cuarenta,  así que con cincuenta y dos, ni os cuento! No nos queda más remedio que reinventarnos día a día, y aunque es muy duro a estas edades hacerlo, no hay otra opción. El autoempleo y la unión, es lo poco que nos queda. Y en ello estoy….